El peeling facial es un excelente método para rejuvenecer la piel y quitar manchas y arrugas. Los candidatos a este tratamiento son pacientes con envejecimiento facial debido a: Acné, arrugas pequeñas, cicatrices, estrías, exposición solar, flacidez cutánea, queratosis, manchas y poros abiertos.

¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?

Un peeling es un acto médico que consiste en producir una renovación de las capas de la piel, con una profundidad variable, en función del método o sustancia química empleada, el tiempo de exposición, el tipo de piel y la preparación previa. Se consigue de esta manera una renovación cutánea global, con desaparición de pequeñas lesiones y defectos cutáneos (lentigos, melasmas, arruguitas…) y mejoría del tono y textura de la piel, logrando así un efecto rejuvenecedor.

La piel se limpia completamente con un agente que quita el exceso de grasa y los ojos y el pelo se protegen. Posteriormente, se aplica un producto químico, que se presenta en forma de diferentes ácidos. Así se puede obtener una simple exfoliación, con una descamación de imperceptible a moderada (peelings superficiales y medios) o producir una renovación dermoepidérmica completa (peelings profundos)..

Son diversos los productos que pueden utilizarse: ácido tricloroacético, ácido salicílico, ácido glicólico, fenol, ácido láctico, ácido pirúvico, acido fítico, ácido mandélico,… En estos momentos existen fórmulas ultra-avanzadas, de liberación progresiva a las que además del efecto renovador del peeling se suma el efecto antiedad, despigmentante, antioxidante…

Durante el procedimiento, la mayoría de los pacientes experimentan una sensación de picor o ardor, cuya duración dependerá de la profundidad del peeling (5-10 minutos).

La periodicidad del peeling dependerá del objetivo del tratamiento así como de la sustancia empleada. En los peelings para aportar luminosidad al rostro se realizan entre 2 y 4 sesiones semanales o quincenales. Una vez obtenidos los resultados deseados se hace una sesión de mantenimiento cada 4 o 6 semanas. Cuando la intervención en la piel es profunda, las sesiones se espacian más en el tiempo y el tratamiento completo se repite una vez al año.

Después del peeling se debe establecer un adecuado tratamiento de mantenimiento y protección solar. En muchos casos se considera necesario complementarlos con otros tratamientos faciales: Botox, Sustancias de Relleno, Mesoterapia, etc.