Antienvejecimiento y Nutrición

Ejercicio Físico

¿PARA QUÉ SE UTILIZA?

La actividad física estuvo asociada a la salud de las personas desde tiempos remotos. A lo largo de la historia se fue relacionando la longevidad de ciertas poblaciones del planeta con estilos de vida activos y adecuada alimentación. Durante la segunda mitad del siglo XX las investigaciones han logrado demostrar científicamente lo que se sospechaba por datos de la observación diaria.

¿EN QUÉ CONSISTE EL BENEFICIO

Por ejemplo, en Inglaterra, Jeremy Morris, observó a los conductores de autobús y comparó sus evoluciones médicas con la de los revisores, que vendían los billetes y caminaban permanentemente por el vehículo. Los conductores, que estaban siempre sentados, tuvieron un 35% más de infartos de miocardio que los revisores.

La variedad de estudios que establecieron la asociación íntima entre actividad física y salud cardiovascular llevó a la Asociación Americana del Corazón a declarar al sedentarismo como un factor de riesgo mayor para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares que ocupan un triste primer lugar como causa de mortalidad en el mundo occidental.

El ejercicio físico regular contribuye a combatir todos estos factores. En las personas que ya han sufrido una enfermedad cardíaca, se ha comprobado que el ejercicio colabora en el tratamiento, mejorando la calidad y cantidad de años vividos.

Los individuos que llevan un estilo de vida más activo se “sienten mejor” y producen en su cuerpo una resistencia superior ante las distintas agresiones que la vida y el paso de los años provocan.

Se han comprobado efectos beneficiosos del ejercicio sobre la conservación de la densidad de los huesos con un alto impacto en la prevención de la osteoporosis. Diferentes dolores articulares y musculares se ven aliviados por sesiones especiales de ejercicios y la vida activa previene la aparición de este tipo de molestias.

Los trastornos venosos de las piernas encuentran en la actividad física una de las más importantes y probadas formas de tratamiento.

Pero no todo termina aquí: existe una relación positiva entre el sistema inmunológico(las defensas del organismo) y la actividad física. Varios estudios epidemiológicos han expuesto la menor prevalencia de diferentes formas de cáncer entre las personas físicamente activas. Experiencias recientes han sugerido que las mujeres que realizan ejercicios físicos en forma regular tendrían menor predisposición a tumores de mama y útero.

La actividad física es una herramienta fundamental en la prevención y el tratamiento de ladiabetes. Por otra parte, es un elemento indiscutible en la terapéutica de la hipertensión arterial.

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