Es uno de los más novedosos tratamientos de revitalización y reparación del tejidosobre todo a nivel de cara, cuello, escote, manos y cuero cabelludo.

¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?

La gran ventaja que tiene este tratamiento es que es un producto que proviene del propio paciente (es autólogo) y, por tanto, no hay riesgo de reacciones de rechazo.

Se emplea para aumentar el grosor de la piel, devolverle su elasticidad, firmeza y disminuir los efectos de la oxidación celular.

El plasma, obtenido a partir de una muestra de sangre del propio paciente (30 ml de sangre) y tras un proceso de centrifugación, separación de las distintas fracciones del plasma, se infiltra en todas las zona a tratar, fundamentalmente cara, cuello, escote y manos.

Se estimulan los mecanismos de autoregeneración de los tejidos dérmicos. Este tratamiento amplifica el proceso natural de renovación tisular, también se está empleando con muy buenos resultados en el cuero cabelludo, tanto como terapia de revitalización como de preparación antes de un injerto capilar. El procedimiento se puede repetir varias veces al año, siendo lo habitual realizarlo cada 3 o 4 meses.